Adios Niigata, Hola Tokio
Este fue nuestro último día en Niigata, un viaje que disfrutamos muchísimo, en donde pasamos una navidad inolvidable en compañía de Ruthi san, Liliana y sus respectivas familias.
Este último día se sintió mucho más frío que los dos anteriores y con un viento que apenas dejaba respirar, visitamos una tienda de licores japoneses donde compre un pequeño omiyage (regalo del lugar que visitas) para un señor del aikido que siempre se toma la molestia de enseñarme y del cual he aprendido muchísimo.
De ahí fuimos a una tienda que su especialidad es el salmón de hecho es lo único que vende, productos de salmón, lo que nos llamó muchísimo la atención fue que tienen hasta ropa de la piel de este pez.
Cerramos nuestra visita a Niigata comiendo en un restaurante que es de la misma tienda de salmón aunque ahí si tienen otras cosas que no son solo de este pescado.
El regreso fue algo pesado pues todos los trenes se retrasaron, cosa que es poco común en Japón, no nos enteramos por que fue pero el retraso total fue de unas dos horas.
Este fue un gran viaje y le agradecemos mucho a Ruthi san, Liliana y sus familias a quienes esperamos ver muy pronto.