No sabía que me los encontraría
Tokyo es una ciudad con miles y miles de personas pero para los extranjeros es un pueblo pequeño, siempre por una u otra razón todos acaban conociéndose.
El día de hoy me tocó que en uno de los shows de niños donde me contrataron me encontré a varios de mis alumnos de aikido, fue una gran sorpresa para ellos y para mi.
Después del show tuve que correr hasta el otro lado de Tokyo para alcanzar la reunión mensual de UNESCO pues ya me había ausentado bastante, ahí me encontré a mi amigo Jon quien también es voluntario en este lugar y decidimos ir a comer comida mexicana junto con Ximenita.